Este reloj se destacó por su diseño único, que presentaba una caja redonda de acero inoxidable con una tapa trasera de bisagra. Estaba equipado con el famoso movimiento cronómetro de Omega, que garantizaba una precisión excepcional.
El Omega Constellation de 1952 también presentaba una esfera elegante y sobria, con marcadores de hora aplicados y agujas de bastón. El nombre del modelo Constellation estaba grabado en la esfera, y en la parte inferior se podía ver el logo de Omega.
La pulsera del primer Omega Constellation estaba hecha de acero inoxidable y se unía a la caja con un diseño de «grano de arroz» que se ha convertido en una característica distintiva de la colección Constellation.
A lo largo de los años, la colección Constellation ha evolucionado y ha presentado numerosos modelos que se han convertido en clásicos, pero el primer Omega Constellation sigue siendo una pieza muy codiciada entre los coleccionistas y los amantes de los relojes de alta calidad.